viernes, 8 de febrero de 2008

escafandra y mariposa

Viajé entre mil mariposas. En un tiempo real pero eterno. Con una suavidad que acariciaba mi vista. Pequeños destellos de sensibilidad oculta y desbordante. Capaz de revolucionar extensos caminos de uno mismo. Jugando a nublar mi percepción aunque solo en apariencia. Imágenes fluidas, gotean, se derriten. Aparecen y se oscurecen. Momentos dulces e intensos. Sé reconocer el lugar de cada uno. No están abiertas las confusiones. Yo estoy sentado, como tú. Como todos. Pero yo he entrado. A tu escafandra. Estoy mirando con tus ojos. Me alegra y tranquiliza; conocer la serenidad de haber abandonado lo banal, superficial y resaltar lo primero, el único principio. Saber que lo único que se hace es vivir.