no sabe cantar

La vi en blanco y negro.
Cantaba recordando su mente.
A mi parecer, algo inoportuno pero fortificante.
Aplicado a su dosis innata de soberbia aplastente.
Su hermana, la suegra y el panadero.
Un trio de características cósmicas. Incansables seductores visuales.
Conmovedores seres de dedos largos y lengua estrecha.
Se juntaron una tarde de octubre, recogiendo castañas asadas.
Al calor de la lumbre, fuegos artificiales en la nevera.
Manta de cuadros en el sofa. Nariz roja permanente.
Cambio de esfera, de simbolo y naturaleza.
Se alejó de pronto, creo que con una melena color cereal.
Supongo que buscaría la existencia pura inaccesible.
Parecía convencida.