Niveles absolutos entre el barullo de lo efímero.
Nada para quedarse.
Demostraciones banales que interrogan mi firmeza.
Descomponiendome en tanto que me convierto en nada.
La sensación inferior es abrumadora.
Colapsa el sentido del ritmo vital y desemboca en una soledad quemada.
Quemada por el juicio de mis dias.
Valoraciones extremas de comportamientos puros.