Sin demasiado entusiasmo marco con tiza el margen de mi existencia.
Tiene forma de circunferencia.
Me mareo dando vueltas, tambaleo al ver el nuevo día, al dar el nuevo giro.
Rodeo y rodeo.
Nos encontramos dando vueltas pero no entras. Cada uno con su figura.
La tiza se acaba, despues de haberme dejado claro cual es mi límite. En un intento por marcar mi espacio propio.
Mi esfera propia, sin entrada y sin salida.
Espacio figurado.
Bienvenido!